Si está solicitando un empleo en finanzas, concretamente como contable, estas son algunas de las preguntas que pueden hacerte en tu entrevista, aunque dependerán del puesto concreto al que optes. Prepararte estas preguntas y responderlas correctamente, podría darte ventaja sobre otros candidatos.

 

¿En qué medida se ajustan tus habilidades a las especificaciones del puesto?

Hay muchos puestos de trabajo de contabilidad en los que, por muy bueno que seas, si tu perfil no cumple cada una de las especificaciones de la descripción de empleo, es probable que no consigas destacar. Debes ir preparado a la entrevista, ya que te preguntarán a menudo sobre habilidades específicas y sobre tu experiencia en un puesto concreto para asegurarse de que puedes llevar a cabo todas las tareas que implica la vacante a la que estás optando.

Cuanto más técnico sea el puesto de contabilidad, más específico deberás ser en tus respuestas. Así, por ejemplo, si te presentas a un puesto de contable para el área de reporting, tendrás que demostrar que estás al día de las normas de información de la empresa, del país en el que se encuentra o en el que opera, y del tipo de estructura de la compañía.

Si estás aplicando para una posición de contabilidad analítica o de análisis y planificación financiera (FP&A), probablemente te preguntarán sobre temas y flujos de negocio en tu sector, más que sobre cómo se representan los números externamente.

No prometas demasiado, pero asegúrate de que puedes aportar pruebas de la experiencia que tienes y de tu afán por aprender cosas que no sabes. Explica cómo has aprendido sistemas, culturas, etc. en tu anterior puesto.

¿Cuándo has aportado valor en tu puesto actual?

Debes ser específico porque esta pregunta está diseñada para poner a prueba tus competencias y habilidades. No hay una respuesta correcta o incorrecta, pero debes ser capaz de demostrar que has participado realmente en algún proyecto en el que has aportado valor. 

Por lo tanto, podrías comentar un caso en el que hayas salido del ámbito de las finanzas y hayas interactuado con los departamentos de ventas y marketing o de operaciones, aportándoles información valiosa para generar mayores ingresos y/o ahorrar costes. También puedes compartir una anécdota desde la perspectiva de los costes o las finanzas, o en relación con el riesgo o los informes. 

Conviene tener en cuenta que lo que puedes percibir como un valor añadido que puede no llegar a destacar, el entrevistador puede considerarlo mucho más significativo. Incluso si tu currículum no es el que más llama la atención, esto puede darte una ventaja muy valiosa. 

¿Cuáles son las partes técnicamente más desafiantes de tu función?  

Si no tienes mucho que decir sobre tu función actual, intenta reconocer las partes técnicamente más exigentes del puesto al que optas. Por eso es importante que, antes de que te entrevisten, investigues sobre la situación actual y pasada de la compañía, no solo en términos de finanzas. 

Si te hacen una pregunta técnica concreta de la que no sabes la respuesta, puedes comentar que te gustaría investigar sobre el tema, y pon un ejemplo de una situación en la que hayas tenido que averiguar información de carácter técnico y aplicarla en tus trabajo actual o anterior.

¿Cuál es tu estilo de gestión? 

Con esta pregunta, el entrevistador pretende saber algo más de ti, más allá de si eres una persona orientada a los números. El entrevistador quiere saber qué has hecho para contribuir positivamente al ambiente de equipo, por lo tanto, deberías dar ejemplos de proyectos en equipo, de cómo has intervenido para ayudar a otros, cómo te comunicas con los miembros del equipo y/o cómo les has motivado en momentos difíciles. También es bueno que demuestres que puedes trabajar con grupos diversos.  

¿Cuándo has utilizado tus habilidades fuera de las finanzas?

La clave aquí es demostrar que te sientes cómodo trabajando coco con codo con el personal no financiero. Da al entrevistador un ejemplo de cómo has influido en otros procesos y procedimientos. Es posible que hayas contribuido a provocar un cambio en las operaciones o que hayas dado a la gente nuevas ideas sobre cómo generar ingresos o reducir costes. Asegúrate de que tu ejemplo refleje la cultura de la empresa para la que solicitas un puesto. 

 

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